Misitorco es la expresión de una tierra, de su memoria y su gente. Sol, piedra, historia y mineral. Aroma, sabor, y color que se funden como fruto de un terruño noble y único.
Misitorco es la expresión de una tierra, de su memoria y su gente. Sol, piedra, historia y mineral. Aroma, sabor, y color que se funden como fruto de un terruño noble y único.
La tentación de lo espontáneo y la juventud nos llevan a poder disfrutar los momentos más inesperados. Quishca es la alegría de un instante no planificado. La sorpresa y la frescura.
Un día soñamos alto, y allá fuimos.
Nos lanzamos a hacer algo nuevo y a construir desde cero.
Porque creemos que no todo está dicho. Que el misterio existe. Que aún hay caminos por descubrir. Estamos forjando el nuestro. Y creemos que llega lejos, muy lejos, a lugares insospechados.
Creemos en la mística de nuestro lugar de origen. En la Historia, las historias y las leyendas. Creemos en el suelo. En los vientos, el agua y el mineral. En las manos que se hunden en la tierra. Creemos en impulsar un pueblo y aprender de su sabiduría. El entorno nos inspira. Aquí todo es diferente, por eso siempre supimos que teníamos que hacer las cosas de otra manera, a la nuestra.
Queremos que vengas a disfrutar del proyecto, del paisaje y del silencio y puedas entender de primera mano esto de “de otra tierra, otro vino”.
Te mostraremos nuestro terruño como una interacción entre el clima, la tierra y nuestra gente que le dan color, aroma y sabor a nuestros vinos.
Una visita de dos horas y media en la que podrás disfrutar de Bodega Del Gredal en muchos aspectos: degustar vinos y otros sabores propios de estas tierras, así como pasear por los viñedos, aprender sobre las variedades de uvas, algunas especies arbóreas y el proceso de vinificación.
Si te suena bien y quieres saber más, escríbenos para que podamos organizar tu visita.
La sustancia primera de nuestros vinos es el terruño al que pertenecen, el clima, el suelo, la vegetación y las historias de las personas que lo
habitan. Una tierra de suelos pedregosos, ricos en carbonato de calcio. Allí por donde pasa el Camino Real y descansa la herencia de los pueblos originarios, el misterio guardado entre sierras y construcciones arcaicas. Bajo sus vientos, se mezclan lo sagrado y la sabiduría de su gente. Y así nacen sabores, fragancias y texturas fieles a su origen. Vivencias únicas e irrepetibles que desafían nuestros sentidos.